Se veía un joven que aparentaba tener alrededor de veinte años, de cabello castaño oscuro, estaba en su cama durmiendo.
De pronto sonó una alarma en su teléfono el cual estaba en una mesa a la derecha de la cama: !RING!, !RING!, !RING!
Víctor despertado por la alarma abrió los ojos, los cuales también eran de castaño oscuro, escucho la alarma durante unos segundos, demasiado perezoso como para hacer algo, luego la apago, se estiró el cuerpo y se quedó mirando al techo durante unos 10 segundos, con casi ninguna motivación para levantarse.
-Otra vez lo mismo- Dijo Víctor
La habitación en la que estaba Víctor media alrededor de 20 metros de largo y 15 metros de ancho, con un baño aparte.
Minutos después Víctor estaba en una mesa comiendo pan con manteca con una taza con café instantáneo sobre la mesa y un plato al lado, por la cara con la cual estaba comiendo parecía que en vez de pan comía algo que llevaba podrido hace días, pero igual lo comió, luego bebio el café que estaba en la taza se levanto y salió por la puerta.
Víctor vestía completamente de negro, con una mochila negras con toque de gris en su espalda, listo para otro día de trabajo.
Vivía en un condominio, y su cuarto estaba en el segundo piso, así que no tenía que bajar muchas escaleras.
«¿Cual es el "Gran sentido de la vida" si todos los días hago lo mismo?"», Pensó Víctor sarcásticamente mientras caminaba, por supuesto nadie respondió, para el mismo la vida no tenia ningún propósito, al menos no en este mundo, donde al final terminaría muriendo, ¿Cuál sentido habría por encontrar si al final todo lo que hay es la muerte?.
La vida era un ciclo: nacer, crecer, trabajar, jubilarse y morir.
Víctor tiene estos pensamientos de vez en cuando para matar la monotomía. Todos los días tenia que hacer lo mismo, no le resultaba emocionante la idea de repetir lo mismo durante décadas.
«Eso seria un bucle, la única diferencia es que el tiempo sigue avanzando»", Pensó mientras mantenía seguía caminando, sin ninguna emoción, finalmente llego a la parada, esperando el transporte.
Víctor vivía en una ciudad muy poblada, en la calle había personas, vehículos, edificios y más. Víctor sintió curiosidad, si una de estas tres cosas desaparecían, ¿Qué sucedería?, ¿Finalmente acabaría su bucle?, pero eso eran solo pensamientos, nada de eso sucedería, la humanidad estaba bien preparada para defenderse en caso que algún ser del espacio ataque, y en caso de que no pudieran defenderse probablemente desaparecerían las tres cosas no solo una, y de paso el también moriría, así que es mejor que no pase.
El día transcurrió sin ninguna anormalidad, subió al transporte, llegó al trabajo, Víctor trabajaba de oficinista, en su lugar de trabajo había varias oficinas iguales, no tenían autenticidad ninguna, las oficinas eran como cuartos pequeños, las paredes de las oficinas, no llegaban al techo y tenían cámaras, las cámaras estaban puestas de tal modo que podían observar a más de una oficina a la vez, las oficinas estaban una al lado de la otra, cada una con una computadora, una silla, una mesa y una papelera.
Habían personas, charlando de esto o aquello, Víctor saludo a los estaban cerca de su camino a su oficina, Víctor solo saludaba a las personas cuando llegaba y cuando se iba del trabajo, incluso esas interacciones eran parte de la monotomía, Víctor no era particularmente sociable pero tampoco era asocial, quizás estaba en el limite entre los dos.
Salió del trabajo después de unas largas horas, siempre estaba un poco estresado después de salir del trabajo, estar encerrado tanto tiempo y tener que hacerlo todos los días era cansador. Víctor subió al transporte, estar en el transporte también era estresante, estaba casi media hora en el, finalmente se bajo cerca del pequeño apartamento donde vivía, el sol se estaba poniendo.
Finalmente llego, abrió la puerta, se quitó los calzados, se dio un baño, se acostó a dormir, no antes de comer arroz con algunas verduras y carne, claro.